miércoles, 30 de septiembre de 2009

Socialismo en Washington DC

Esta mañana he asistido a unas jornadas de la McDonough School of Business, que estrena una sede imponente que me recordó al nuevo edificio del IESE en Barcelona. En este caso, dedicada al filántropo, millonario y primer ministro libanés Rafik Hariri (asesinado en 2005), cuyo hijo estudió en esta universidad.

El título (
Outlook for Regional Competitiveness in Latin America and the Caribbean) y el programa -trabajado por un grupo de profesores encabezado por Ricardo Ernst, director del Latin American Board- en el que aparecía Cuba, me parecieron interesantes, pero confieso que sobre todo me animé por ver y escuchar a José María Aznar.

Para mi Aznar ha sido, con diferencia, el mejor presidente de la democracia española. Sus errores, que se concentraron en el final de su segundo mandato -cuesta abajo que comenzó con la boda de su hija en El Escorial-, no empañan sus innegables logros en materia económica y política internacional. En su conferencia, que dio íntegramente en un inglés más que aceptable como Keynote Speaker, aseguró que las tendencias populistas de Venezuela, Ecuador y Bolivia van en dirección opuesta al progreso y condena a esas naciones a la pobreza.

"The 21 century Socialism is only the new name for an old disaster". Y en esto tiene más razón que un santo. Para Aznar "es la misma ideología que falló en el siglo pasado" que se está intentando reinstaurar "bajo la máscara de una falsa democracia".

Aznar dijo que la democracia "no se basa sólo en elecciones, sino en el fortalecimiento de las instituciones dedicadas a preservar la libertad de los ciudadanos" porque "sólo con la separación de poderes, la libertad de expresión o el imperio de la ley hay democracia".

A su juicio, la realidad de estos Gobiernos autoritarios es que están buscando más poder y más control para someter a sus naciones. Añadió que las naciones que crecen más rápido son las que abogan "por la democracia, abren sus economías y defienden los derechos humanos", porque son las que atraen más inversiones y generan riquezas, dijo. El discurso es poco original, pero impecable. Serio, previsible y fiable. Como Aznar

La apertura de mercados en América Latina, dijo, es una oportunidad para que los países de la región mejoren su competitividad. En Hispanoamérica, indicó, el impacto de la crisis no ha sido tan fuerte como en el resto de países porque habían tomado medidas fiscales apropiadas por su experiencia con crisis anteriores.

Aznar -al trataron en todo momento como "Presidente Aznar" por mimetismo a la costumbre estadounidense de mantener el nombramiento a los que han sido presidentes- consideró que varios países de América Latina parten de una "buena posición" por las políticas macroeconómicas que están ejecutando y que les han permitido tener más estabilidad.

Finalmente, consideró que se deben promover más Tratados de Libre Comercio (TLC) entre los países de América Latina con Estados Unidos y la Unión Europea y defendió el que está pendiente de aprobación en el Congreso estadounidense entre Colombia y EEUU.

En el turno de preguntas, obviamente en inglés, Aznar se defendió algo peor, pero sin perder los papeles y permitiéndose incluso algún chiste.

Yo, la verdad, le vi bien. El pelo corto, el traje a medida y con algo más de peso, lo que no impide que tenga aspecto de corredor de fondo... que es lo que ha sido toda su vida. Al final me acercé a saludarle, le conté lo que estaba haciendo en GU y me preguntó "¿De qué universidad vienes?". Yo, hinchado como un pavo en Thanksgiving, dije "De la Universidad de Navarra". Me miró y añadió "Gran universidad".

En eso también le doy la razon.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Del gótico al surrealismo

Pese a que tengo unas ganas locas de comentar el "robado" de ZP con sus góticas y orondas hijas, voy a pasar de largo sobre el asunto. Lo hago porque todo lo que puede decirse sobre este tema lo apuntan con acierto e ironía Santiago González, en El Mundo, y Juanjo Gª Noblejas en scriptor.org (basta con bajar un poco y pinchar en la sección "Blogs que alimentan"). No tienen desperdicio.

Aquí en Washington nadie conoce a ZP y menos aún a sus hijas. De hecho esta semana me preguntaron 1) Si España estaba en guerra (les dije que sí desde que Federico tenía de nuevo un micro entre ceja y ceja) y 2) Si los toros estaban libres por las calles como las vacas en la India (les dije que también, pero sólo en verano y para correr los encierros). En ninguno de los dos casos entendieron la ironía, así que aconsejo a Faemino y Cansado que no vengan de gira por estos lares porque aquí no leen a Kierkegaard.

De modo que la foto con los Obama no existe. "De la que me libré yo", pensará George W. Bush, el mismo que no quiso recibir a nuestro presidente en la Casa Blanca en visita oficial. Si Aznar tenía la foto con los pies encima de la mesa (o fuera del tiesto), ahora José Luis tiene la suya con toda la familia. Realmente, si yo fuera él también habría pedido que la retiraran de la circulación, pero por estrictos motivos estéticos.

Así que lo que voy a hacer es presentar a Joséluís en versión tierno adolescente leonés. En un tiempo en el que las fotografías no se pixelaban y los nietos de los republicanos, como él y como yo, no se vestían de negro más que para ir a los entierros.

Pero otra noticia ha pasado desapercibida y es mucho más grave, aunque tiene de nuevo a José Luis Rodríguez Zapatero como protagonista (está en todas): la propuesta del Gobierno de recortar en un 18% el presupuesto de Investigación y Desarrollo (I+D) en los próximos Presupuestos Generales del Estado.

Este anuncio, lamentable en la forma y el fondo, no ha sido lo peor. Lo peor es que no haya tenido ninguna repercusión social o mediática. Ni los llamados "agentes sociales" (partidos, sindicatos, patronal, asociaciones) ni las universidaes han abierto la boca. Surrealista. En síntesis, absoluta indiferencia, cuando lo que le pide el cuerpo a uno es ir -cual Lorca, Buñuel, Dalí y el enigma sin fin- a orinar en el Ministerio de Educación y ya puestos, el de Igual-dá (ellos lo hicieron, pero contra los muros de la Real Academia de la Lengua).

La medida demuestra, en fin, que esta sociedad considera el I+D como algo prescindible por lo irrelevante. Conclusión: estamos condenados a ser un país de parados, con trabajos de muy baja cualificación y sueldos de risa, el descanso de jubilados de media Europa y gracias.

Ahora bien, en cuanto comience de nuevo el circo electoral en cualquiera de sus variantes (municipales, autonómicas, generales o europeas) seguro que gobierno y/o empresarios y/o partidos políticos -vuelven a recalcar su "compromiso" con la investigación como pilar esencial del progreso social.

Ja!

PD: yo seguiré a lo mío, que es investigar en Georgetown con una fellowship miserable y que encima no es española. Y gracias.

martes, 22 de septiembre de 2009

Siempre fiesta

El Beti-Jai es un frontón exiliado, quizá como muchos vascos que no pueden vivir en su tierra. Lo digo porque está en Madrid y eso imprime distinción, pero también un poco de tristeza. Desde siempre los frontones añoran el sirimiri, los gritos en euskera y los bailes de romería después de la fiesta mayor de la villa.

El Beti-Jai –que está en Marqués de Riscal 7, muy cerca de La Castellana– fue en su día el rey de los frontones. Esa época comenzó en 1893, año del inicio de unas obras dirigidas por el arquitecto del Ayuntamiento de Bilbao con un prepuesto de 100.000 duros. El modelo para su construcción fue un frontón easonense del mismo nombre, hoy desaparecido, y que era explotado por la misma empresa vasca que encargó la nueva obra.

Por entonces la pelota vasca tenía una programación diaria en Madrid –que entonces alcanzaba 800.000 habitantes– sobre todo porque las apuestas que se jugaban eran jugosas. Así que el Beti-Jai (Siempre fiesta en vascuence) se unió a los otros frontones existentes en la capital, a los que se calcula que asistían unos 16.000 espectadores.

A principios del siglo XX –con la apasionante excepción del toreo– las diversiones populares eran escasas y por lo general unidas a fiestas religiosas. De modo que la pelota (y un incipiente deporte inglés llamado football) se extendieron con rapidez. Ahí el Beti-Jai brilló mucho gracias a su céntrica ubicación en Chamberí y al gran tamaño que tenía, capaz de albegar a cuatro mil personas en varios pisos de altura.

En el Beti-Jai sólo jugaban profesionales (El Manco de Villabona, Grande de Rentería o Pasiego-Chiqui) y su primer gerente fue una leyenda de la pelota vasca, Indalecio Sarasqueta, alias Chiquito de Eibar. El frontón siguió abierto hasta la década de 1920, momento en el que Primo de Rivera y su dictablanda, suprimieron el juego y las apuestas, verdadero corazón de la pelota.

Su inauguración, en la primavera de 1894, fue un acontecimiento brillante. Acudieron políticos, toreros, artistas y mucha gente del pueblo. Dicen que hasta el rey Alfonso XIII, que apenas tenía 8 años y aún estaba bajo la regencia de la reina Mª Cristina, asistió de incógnito. En la revista El Pelotari se dijo “El edificio es airoso, artístico y elegante. […]. En los trajes de los jugadores se introduce una gran innovación, gastarán camisas blancas con un escudo y las iniciales de los dueños del frontón. De ésta suerte, aun quitándose la boina y el cinturón, podrán ser perfectamente conocidos.”

Durante la Guerra Civil se siguieron dando golpes en el Beti-Jai, pero no de la piel contra la piedra, sino de puños contra huesos al ser ocupado como comisaría y cárcel republicana. Con la dictadura franquista fue lugar de ensayo de bandas musicales de la Falange y en los 50 se vendió a Citroën como taller de reparaciones.

En los últimos tiempos se celebraron en el Beti-Jai veladas de boxeo, conciertos de rock y hasta concursos caninos. Después llegó el silencio y la ruina.
Desde hace treinta años, y pese a tener la declaración de Monumento Nacional, el Beti-Jai agoniza y se desmorona. Desde hace cuarenta no se celebra un partido de pelota en Madrid.

Y ya va siendo hora.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

The Shot

Fue, sin duda, el momento mágico del US Open y su protagonista Roger Federer, el mejor tenista de todos los tiempos con permiso de Rod Laver.

El serbio Djokovic aún deambula por la Arthur Ashe preguntándose "Was that shot real?", que en español viene a ser "¿Cómo coño ha hecho eso?".



Alguno pensarán que no es para tanto y que Yannick Noah -aquel inimitable jugador francés de los 80, el último que levantó la Copa de los Mosqueteros- lo hizo antes. Otros preferirán los intercambios eternos de golpes entre Wilander y Edberg, o alguna de las genialidades de John McEnroe o Jimbo Connors en el cenit de su juego.

Todo es opinable, pero lo que hizo Federer pertenece al mundo de lo imposible, del arte, de la magia. Lo hizo, además, en el último juego del tercer set, el que le daba el pase a la final contra Del Potro (¡enorme pibe!, merecido e inesperado campeón), rompiendo el servicio de Nole Djokovic y endosándole el juego en blanco.

Los dioses del tenis están radiantes.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Dignísima Maria

Desde hace unos años –unos cuantos, la verdad– es difícil encontrarse con un niño que tenga síndrome de Down. Antes no, antes podías cruzártelo por la calle, o verle hacer la compra o trabajar como aprendiz en un taller mecánico.

En mis recuerdos hay dos personas con ese trastorno: Pedrito y Quilo. Los dos llegaron a viejos y los dos fueron queridos y hasta “famosos” en su ciudad natal. Pedrito estaba todo el día en un club deportivo –el Grupo Covadonga– haciendo mil recados y encargos. Quilo, que falleció este verano, era el utillero de los equipos del colegio de los jesuitas en Gijón. Si les saludabas por la calle te devolvían el gesto, Pedro con su mirada pícara y Quilo, siempre atareado, con su inolvidable “Tengo muches coses que hacer.”

Los dos tuvieron, a su manera, una vida plena y ambos contaron con el apoyo de una familia que les aceptó al nacer y les quiso al crecer. Por eso, cuando esta primavera nació María y supimos que tenía Down, recordé a Quilo y a Pedrito y me alegré de que llegara a un hogar que iba a luchar por sacarla adelante.

Los padres de María son, en el buen sentido de la palabra, buenos y se oponen a que un niño con síndrome de Down tenga que debe morir antes de nacer. María nació. Con mil dificultades, pero nació. Yo la conocí un 6 de Julio en Pamplona, mientras el cohete de San Fermín estallaba en rojo y blanco. Iba perfecta con su pañuelico, dormida en medio de la algarabía desplegada por sus hermanos y los amigos de sus hermanos.

Tras la comida y el mus reglamentario nos fuimos para casa a continuar la sobremesa. María no dijo ni y sólo se despertó para exigir su biberón. Las navarras son así, exigentes. Con ojos de guardia fronterizo la cuidaban Almudena y Graciela, nueve años como nueve miuras, y en la conversación hablé de Quilo y Pedrito y todos nos reímos con sus ocurrencias. En especial una de Pedro con el nobel Severo Ochoa, que era su tío, y del que rechazaba la paga en pesetas. “Dólares, Severo, quiero dólares”, le decía con astucia de perro viejo.

María murió hace unos pocos días. Tenía el corazón roto y no soportó una operación de once horas que hubiera tumbado al mismo Rafa Nadal. Lo hizo entre oraciones y tubos, lo hizo en paz, la paz que Dios da a los inocentes y a los arrepentidos. Su última batalla la libró en Madrid, acompañada de sus padres y sostenida por unos médicos que lo intentaron todo.

María se fue sin desgarro, en medio de la tristeza de una madre que la llevó con ella nueve meses y que no se rindió nunca. María se fue entre lágrimas, pero sin tragedia. Se fue al Cielo, que es donde están todos los niños, los no nacidos y los recién nacidos. Se fue con toda su dignidad a cuestas. Porque nadie es más digno que otro, ni tiene más derecho a vivir porque esté sano, o sea joven o tenga dinero. María, con su efímero discurrir en el mundo, hizo mucho bien a los que la rodearon.

Sus padres quisieron que naciera y aceptaron con entereza que su tiempo se acabara. “Los hijos no son propiedad de los padres, por eso vienen y se van.”

Dignísima María.



martes, 8 de septiembre de 2009

Crónicas de Jorgeciudad

En esta vida ocurren cosas inefables. Por el ejemplo que el Sporting de Gijón siga en 1ª división o que Alfonso Guerra siga de telonero en Rodiezmo (León) en versión abuelo cebolleta.

Sin embargo, el acabóse -que diría un castizo- fue descubrir en pleno campus de GU a un japonés con una camiseta de Los Nikis. Los Nikis fueron un grupo madrileño también llamado también Los Ramones de Algete -o eso decía Isaías Calvo-, y pese a los años siguen sonando en bodas y bautizos de una cierta generación con una ideología concreta, romántica y casi olvidada.

Por eso ver a un nipón con la camiseta de "Los Nikis Tribute" (ver foto adjunta) e irma hacia él como un kamikaze fue todo uno. Me dijo que se llamaba Akira y que estudiaba Foreign Affairs. Hablaba un buen español, tintado de amarillo, eso sí. Le gustaba Madrid y admiraba a Camarón, el pulpo a feira y a los Nikis (por este orden). No le pregunté si estaba en tratamiento o que tipo de droga tomaba porque me parecio de mala educación y, pese a sus gustos eclécticos, lucía cabal.

La conversación terminó a eso de los quince minutos. El siguió su camino y yo me quedé pensando en la música que oíamos a finales de los 80. Sobre todo Los Nikis, claro
.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Here We Are

Un mes después, vuelven las opiniones impertinentes, ahora con sabor americano, que digo yo que tendrá que ser a b-b-q.

Durante el proximo año las escribiré desde Washington DC, capital Georgetown University. Poco a poco vamos respirando, gracias a Dios y a Ikea (léase Aikía), siempre bajo el ejemplo de ese famous handyman called De Cea.

En homenaje a los verdaderos americanos, que vivían aquí cuando esto no era América, traigo la foto de uno de los más célebres, Nube Roja (en román paladino). Según el Webster, Red Cloud was the principal chief of The Cayuga People, one of the five original Native North American tribes of the Iroquois Confederacy. They originally lived in the area around Cayuga Lake in what is now central New York State.

Lo dicho, ahora que Verizon nos ha sacado de la prehistoria (antes en EEUU no eras nadie si no tenías coche, ahora si te falta internet) hemos dejado de ser los Picapiedra/The Flintstones para volver a ser Los Uría. Así que los mensajes de ánimo pueden mandarse a losuria@verizon.net